Con el incremento en la demanda del mercado, se ha pasado de una economía de sustento a un nivel comercial nacional y hacia el exterior con Ecuador y Perú. Esto ha provocado una mayor e incontrolada extracción de la piangüa, especialmente en la parte sur del país; en el departamento de Nariño, que limita con el Ecuador, se extraen alrededor de 300 millones de piangüas al año con un valor entre USD$4 y USD$5 por cada centenar, lo que representa ingresos potenciales de USD $7’563.955 (Zapata y Caicedo, 2007). La comercialización nacional representa sólo entre 15 y 20% de la producción total, mientras que el resto de las capturas es transportado al Ecuador. Según estimativos de su captura, en los años 70 el aporte era de aproximadamente 100 Tn/año (Artunduaga y Mora, 1974) y en el 2004, en el área de Tumaco, se presentó una explotación de 3283 Tn/año (Borda y Cruz, 2004). La presión sobre el recurso plantea una problemática asociada a su oferta natural (dado que su aprovechamiento se hace sobre las poblaciones "insitu"), a la pesquería y a las comunidades que obtienen su sustento diario de esta actividad.

Las piangüas (Anadara tuberculosa y Anadara similis) son dos moluscos bivalvos de la familia Arcidae que se encuentran distribuidos en la costa Pacífica americana desde Baja California hasta el norte de Perú. Su distribución está estrechamente relacionada con los bosques de mangle rojo (Rhizophoraspp.) (Betancourth y Cantera, 1978) y los métodos de captura y comercialización de estas especies son en gran parte artesanal (Borrero, 1982). En Colombia, el recurso piangüa está ligado al consumo tradicional de las comunidades afrodescendientes del litoral Pacífico quienes lo han aprovechado ancestralmente de manera artesanal ya que es parte de la base alimenticia de sus comunidades. En las últimas décadas se ha convertido en fuente de ingresos económicos, constituyéndose en las más importantes especies comerciales de moluscos en la Costa Pacífica colombiana (Squires et al., 1975; Cantera y Contreras, 1978).

Se diseñó una red de 167 estaciones a lo largo de la costa pacífica en las cuales se establecieron parcelas de 10x5 metros para colectar los individuos de piangüa, pesarlos y medirlos. En estos sitios se tomaron datos de estructura del manglar y parámetros fisicoquímicos del agua y suelo. En los sectores de Pizarro (Chocó), Málaga (Valle), Cuerval (Cauca) y Amarales y Tumaco (Nariño) se colectaron individuos para determinar estados de madurez sexual, cada mes, hasta completar el ciclo anual. A la par se tomó información socioeconómica y se avanzó en las estrategias de manejo conjunto a través de la participación directa de las comunidades en los diferentes pasos de la investigación.

En Colombia, existe reglamentación para la pesca de piangüa, correspondiendo a la Resolución 0539 del 2000, expedida por el INPA, en la cual se establece la talla mínima de captura de A. tuberculosa en 5 cm. Igualmente, se avanza en el desarrollo de estrategias de conservación y manejo por parte de las comunidades de piangüeras pues la sobreexplotación de la piangüa, además de comprometer la sostenibilidad del recurso, pone en riesgo la seguridad alimentaria y la economía familiar de gran parte de las comunidades localizadas en la costa pacífica colombiana.

El estudio por el cual se obtuvieron los datos biológicos, “Potencial productivo de las poblaciones naturales de la piangua A. tuberculosa y A. similis dentro de una perspectiva espacio-temporal en la costa Pacífica colombiana” buscó conocer la potencialidad productiva del recurso piangüa en la costa pacífica colombiana, la distribución, abundancia, densidad y biomasa de sus poblaciones, su composición de tallas, además de aspectos reproductivos, poblacionales y de crecimiento en la costa pacífica colombiana.

En este recurso se presentan 2174 registros de Anadara similis, Anadara tuberculosa, Polymesoda y Protothaca subaequilateralis, asociados a 35 estaciones de colecta de Piangüa entre febrero y septiembre del 2009 en el departamento de Nariño, abarcando los municipios de La Tola, Olaya Herrera, San Andrés de Tumaco y Santa Bárbara. Se relacionan las medidas de largo, ancho, alto y peso de los especímenes colectados en campo.